EL FUTURO ALMACENAMIENTO
Hoy haremos un breve repaso de algunas teorías y líneas de investigación con logros reales que nos hablan sobre futuro del almacenamiento de datos, con el permiso de la nube. Hace ya algún tiempo se hablaba de nanodiscos y nanobarras, componentes de tamaño molecular capaces de almacenar un bit, y que podrían permitir multiplicar las capacidades de almacenamiento, según investigadores de la Universidad de Arkansas. Más recientemente, en la Universidad de Mánchester, tras 20 años han conseguido subir la temperatura a la que imanes mono-moleculares pueden lograr la magnetización permanente y la histéresis magnética (lo que permite que almacenemos datos) desde los -259 grados iniciales a los que se consiguió, hasta los -213 grados. Precisamente la temperatura es la clave, ya que en el momento en que esto pueda ocurrir a temperaturas lo suficientemente altas como para usar nitrógeno líquido (más barato que el helio líquido (-269 grados), este sistema de almacenamiento podrá ser una realidad, y nos permitirá almacenar más de 200TB en una pulgada cuadrada (unos 6 centímetros cuadrados). Microsoft lleva años invirtiendo en sistemas de almacenamiento basados en ADN (No sólo sintético, sino que ya han logrado almacenar un GIF usando ADN de bacteria viva escherichia coli) . Aunque suene extraño, estos “discos duros bacterianos” abren un mundo de potenciales posibilidades, permitiendo incluso llevar en nuestro cuerpo archivos de gran tamaño en una partícula invisible a simple vista. De hecho, ya se ha conseguido infectar un ordenador usando información almacenada en ADN sintético. Dos cifras interesantes:
– Un gramo de ADN permite almacenar 215 PetaBytes (215.000 TB)
– Puede durar miles de años sin degradarse. Según hemos podido ver, parece bastante lógico pensar que tanto el avance de la biotecnología como el factor temperatura van a ser dos puntos decisivos en el futuro del almacenamiento de datos. Como toda tecnología, haciendo un buen uso de ella, los beneficios que aportará serán, sin duda, de altísimo valor para la Humanidad. No obstante lo anterior hay otros campos que, como se puede uno imaginar, también deberán estar preparados para afrontar nuevos retos. Nos referimos a todo lo relacionado con la ciberseguridad. Curiosamente conceptos aplicados en informática como “infección” parece que podrían volver a recuperar parte de esa semántica biológica que hasta ahora quedaba desfigurada por lo acotado de los fundamentos de la electrónica tradicional de semiconductores inertes.